martes, 8 de abril de 2014

ETICA E INTRUSISMO

Según la WFMT (“World  Federation of Music Therapy”) la investigación, la práctica, la educación y la formación clínica en musicoterapia se basan en los estándares profesionales de acuerdo a los contextos culturales, sociales y políticos.

Si bien en numerosos países del mundo la musicoterapia es una profesión reconocida legalmente, no lo es todavía en España. Las diferentes asociaciones nacionales estamos hacendo todo lo posible para que este reconocimiento llegue lo antes posible.

El perfil de los musicoterapeutas suele ser muy variado, pues estos profesionales provienen de distintas áreas como son la psicología, la medicina o la educación. Sin embargo, hay un requisito mínimo que se debe cumplir para poder ejercer la profesión de musicoterapeuta en nuestro país: haber cursado una formación de Postgrado en musicoterapia que sea, bien un título universitario, bien un título no universitario expededido por un centro formativo con respaldo académico verificable y homologable. Dicho título debe tener un mínimo de 60 ECTS, incluyendo un programa de prácticas supervisadas en musicoterapia así como un proceso formativo didáctico y terapéutico personal (“self-experience”).

Además de este requisito mínimo, es muy recomendable para cualquier musicoterapeuta mantener una actualización constante de sus conocimientos mediante la asistencia y participación en seminarios, cursos, grupos de trabajo y congresos, y un contacto estrecho con la comunidad profesional a través de la pertenencia a una asociación regional de musicoterapia (como la AMTRM).
Si estás pensando en recurrir a los servicios de un musicoterapeuta, pide que te informe sobre su formación y experiencia. Un musicoteapeuta es un profesional cualificado que ha recibido una formación muy específica y aplica la musicoterapia en un proceso metodológico, individualizado y bajo un estricto código ético y deontológico.  Aquellos que realizan cursos, talleres o intervenciones de “musicoterapia” sin ser musicoterapeutas cualificados, están desprestigiando enormemente nuestra profesión y mostrando un nulo respeto por las personas a las que están engañando.

Si sospechas que alguien está incurriendo en este intrusismo profesional, por favor, ponte en contacto con la AMTRM. Con tu ayuda podremos velar por la ética y el prestigio de nuestra profesión, y sobre todo, por la salud y los derechos de las personas que buscan mejorar su calidad de vida, o la de sus seres queridos, a través de la musicoterapia.